Fácil es morir, difícil es vivir: febrero 2011

miércoles, 23 de febrero de 2011

Tú y Yo

Hay tiempos
de alegría y de tristeza,
de paz y de desesperanza,
de odio y de amor.

Yo te digo que el tiempo
somos tú y yo.

Todo lo que hoy construimos
hace el tiempo,
que fielmente sigue
el camino que trazamos.

viernes, 18 de febrero de 2011

De cinco en cinco

El vendedor me lo había advertido. Cuando le pregunté si el carro corría bastante me dijo: "Imagínate cómo corre que pasa los pueblos de cinco en cinco". Yo, de imbécil, me reí. Me pareció gracioso aquel dicho como recurso de venta y termine comprando el carro sin creer por supuesto que aquello que se pasaba los pueblos de cinco en cinco fuera cierto.
Pero un día fui en mi carro hasta Cumaná. Mejor dicho traté de ir en mi carro hasta Cumaná.
Al salir noté que viajaba a una velocidad extraordinaria. De hecho ni siquiera me di cuenta cuando pase por Guarenas, Guatire ni nada, sin darme cuenta ya estaba en Caucagua. Después me vi en Clarines sin visitar pueblos intermedios y allí comencé a recordar las frase del vendedor: "Ese carro se pasa los pueblos de cinco en cinco".
Todavía no podía creerlo, pero las evidencias cada vez se hacían más patentes. Llegué a Guanta sin pasar por Barcelona ni Puerto La Cruz, pero esto no es lo más grave. Lo más grave de todo es que, yendo desde Caracas, Cumaná es la ciudad número treinta y tres de la carretera y ese número no es divisible por cinco, así que desde Playa Colorada llegué a San Antonio del Golfo sin encontrar a Cumaná.
Yo sé que San Antonio del Golfo está más allá de Cumaná, así que en la plaza esa que está rodeada de paredes pintadas de pescadores me devolví. Acelere rumbo a Caracas y me encontré de nuevo con Playa Colorada sin haber visto a Cumaná. Me devolví y ¡otra vez San Antonio del Golfo! desde donde retorne otra vez a Playa Colorada. Allí caí en cuenta de mi tragedia: como a un nuevo Midas, el oro de la velocidad me impedía satisfacer mi necesidad de llegar a Cumaná. Así, pues, saqué un mapa y estudié las diversas vías alternas que me permitirían llenar el cupo de cinco pueblos de distancia. Enfilé hacia Cariaco, bajé hacia Caripe, torcí luego hacia el Este y por fin llegué al pueblo número treinta de mi periplo, la prócera y señora ciudad de Cumaná. Realicé las gestiones que allí debía hacer y dado que la velocidad de mi carro acortaba distancias, enfilé de nuevo hacia Caracas.
Recuerdo que llegué a Guatire e inmediatamente me encontré en San Antonio de los Altos, adonde llegué sin haber visto Caracas por esa condición de mi veloz carro que se pasa los pueblos de cinco en cinco. Aquí estoy en la redoma de San Blas planeando mi itinerario, puede ser que me vaya por Los Teques y enfile hacia la autopista Caracas, Valencia para el retorno, o a lo mejor me voy por San Diego para caerle a Caracas por La Mariposa. Tengo que planificar bien mi acción. Caracas debe quedar justo en un lugar divisible entre cinco, porque si no jamás llegaré hasta allá y quedaré como perdido en nuestra amplia geografía nacional, recorriendo los pueblos de cinco en cinco y llegando a ciudades al azar, así como quien dice ¡al que le caiga le cae!

miércoles, 16 de febrero de 2011

…mmm de Delirio

El mar embravecido
se acerca palmo a palmo,
en la noche del delirio,
en la noche del sentir.

Blanca cresta, blanca ola,
labios ardientes.
Luna temerosa,
ni piensa en asomarse y a los lejos
las estrellas palidecen
casi hasta morir.
El cielo con el alma se confunde
y el aliento de la noche
enciende las cenizas
y adormece las heridas.

¿Qué sucede? ¿Qué ocurre entre
el cielo y la tierra?

Nada extraño…
Que a veces, cuando te pienso,
…mmm el mundo se estremece,
el tiempo se detiene
y hasta el mismo sol
se contiene en lo inmenso de tus ojos.

martes, 15 de febrero de 2011

Quise ver

Se me cayeron los párpados
al peso de la tristeza,
quise ver más abajo
y me dio miedo y frío.

Se me perdió la sonrisa
al roce de un alma en pena,
quise ver más adentro
y me dio escalofrío.

Se me nubló el sentimiento
al verte partir, esa mañana
se me murió algo por dentro.

Miré al fin hacia arriba
que es donde habitan los sueños,
busqué bien hondo en el centro
del alma.

Nunca vi al Ser que anhelaba
y aún así te sentía,
Dios siempre está a nuestro lado
aunque uno no vea nada.

El viajar de un Te Quiero

Al compás de la luna y del cielo
viajaba un te quiero escondido en el pecho.
Aire caliente de mar, brisa de alegre cantar
te escondes así porque aún no puedes volar
esperando un día más claro y el final.

Viaja sereno, caminante de paz y ternura,
que al final de la senda no hay cielo nublado.
Viaja sereno, en la luna y el cielo,
que el te quiero que duerme adentro en el pecho,
en un día cercano y al compás de la luna,
cambiará en un te amo.

lunes, 14 de febrero de 2011

14 de Febrero

Amores de sal y arena
que viajan junto a la espuma
se deshacen en su blancura
y al final mueren de pena…

Nuestro amor es de sangre y piel,
de lágrimas y de risas,
porque al entrar en mi vida
fundiste tu alma en mi ser.

Nuestro amor viaja sereno
por mares de paz y calma,
porque al entregarte mi alma
con ella te dí mis sueños.

Amor dulce como el buen vino,
por eso el último beso
sabe mejor que el primero
con más cuerpo y mucho más fino.

Nuestro amor nace a flor de piel,
del más allá, en cada momento,
por eso contigo presiento
Un eterno 14 de Febrero.

jueves, 10 de febrero de 2011

El extraño caso

-¡Psss, señor!
-¿Sí? ¿Que desea?
-¡Desnúdese!
-¿Cómo?
-Desnúdese o disparo.
-¿Usted está loco?… yo no tengo dinero…
-Yo no quiero dinero. ¡Desnúdese!
-¿Pero qué pretende usted?
-Quítese los pantalones o lo mato.
-¡Está bien, pero esto es un abuso!
-La camisa.
-¿Pero que diablos?…
-La ropa interior también.
-¡Esto le pesará, se lo juro… aparte esa pistola! Vamos, quítesela o hago fuego.
-Esto es una humillación…
-haga el favor de no taparse con las manos y entrégueme toda la ropa menos la cartera.
-¡Abusador!, lo mandaré a la cárcel…
-Cállese y recuéstese de espalda de aquel poste cerca del teléfono público… vamos… camine…
-Usted está loco, ¿Qué quiere?
-Camine… camine y no se tape con la cartera. Muy bien, recuéstese del poste y no se voltee
mientras yo voy al teléfono porque lo estoy apuntando… así… quieto… no se le ocurra voltear…
¡Aló! ¿Policía?… Mire, aquí en la esquina del Cují hay un hombre desnudo recostado de un poste…
Sí… mande varios hombre porque yo creo que está loco… dice que lo desnudaron sin ningún motivo…
¡Clic!

miércoles, 9 de febrero de 2011

No te afanes

No te afanes buscando respuesta…
Al río que cansado de su navegar
dejó en la orilla sus aguas en paz.

Al descuido del infatigable caminante
que olvidó su huella al pie del camino
y al pie del hogar.

A la última hoja de otoño
que no supo si dejarse caer
o dejarse llevar.

Al perfume suave del girasol,
etéreo suspiro que al volar
dejó el alma feliz.

Al último minuto de tu vida,
si no sabes de donde viniste
ni hacia donde irás.

No te afanes buscando respuesta…
Que todo en esta vida ha de acabar
y hasta el amor más grande tiene final.

martes, 8 de febrero de 2011

Lección de…

Fuiste ternura más allá de mi comprensión,
más allá de lo que es tangible.
Tan solo fuiste tú ¡Casi nada!
Eterna, sublime y sin embargo, real.
Tan real que aún ahora persiste el aroma.
Aroma de esencia genuina
que el tiempo nunca podrá disipar.
Gracias ahora, después y siempre…
por haberte conocido
y haberme enseñado a amar.

Pieza perdida

Recuerdo que de pequeño
cuando soñaba despierto,
pensaba en cómo sería
sentir un amor del bueno,
de ese que da alegría,
de ese que no termina.

Unión firme y sincera
como dos piezas perdidas
de un mismo rompecabezas
y que el destino juntaría,
por azares de la vida,
entrando la primavera.

Recuerdo que esta mañana,
al verla a mi lado dormida,
comprendí que no era un sueño:
¡y me aferré a la pieza perdida
del rompecabezas de mi vida!

martes, 1 de febrero de 2011

Solitario

Solitario en esta esquina
no sé al final que bebo,
si de la mano el trago
o del alma el desconsuelo.

Solitario vivo mi vida
saboreando recuerdos y llantos
que anidan en mi pañuelo
al poner en la barra el vaso.

- ¡Mesonero, traiga otra botella
a esta barra!
Quizá hoy alguien brinde conmigo
o quizá brinde mañana…

Solitario y sin amigos
voy pasando la vida,
sin ella pasar por mí
y sin saber mi destino.

Solitario sigo mi vida
desde el día que te perdí.
Y hoy ya no sé que bebo,
Quizá sólo el desconsuelo…