Si alguna vez el viento deja de danzar
al suave ritmo de la hoja y de la palma
yacería quieto como mar en calma
anhelando la magia que lo haga circular.
Si alguna vez la luna olvida sonreír
y descuelga del cielo y las estrellas
vagaría errante entre poemas y penas
esperando el soplo que la haga revivir.
Si alguna vez el sol deja de alumbrar
y en el ocaso cae en agonía
quedaría inerte como el alma mía
suplicando el toque que lo haga despertar.
Y si alguna vez en tus ojos pudiera ver
un te quiero y en silencio me besaras
en mi alma doblarían mil campanas
y de las sombras volvería yo a nacer.